Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero
por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuánto te quiero y
que nunca te olvidaré. El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser
la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el
mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una
sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo.
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